1. INSTRUMENTOS Y LOCALES DE ENSAYO:

2. PARTITURAS, TIPOS DE LETRAS Y EL SALTO GENERACIONAL:

2.1. Partituras:

Desde esos primeros pasos las canciones congregacionales, las partituras y los cancioneros evangélicos también ayudan mucho a que haya proporcionalmente más aficionados a la música dentro que fuera de estas iglesias . En la página WEB del Centro de Estudios de la Reforma se podrá consultar un extenso artículo sobre ‘La Himnología Protestante Española’ . En la distribución de partituras ha sido destacable el trabajo de Música para Cristo, a través de su programa ‘Adoremos Juntos’. Sin embargo, la aportación de Josep Laporta ha beneficiado mucho más la promoción de partituras firmadas por autores españoles, gracias a la columna que ‘El Eco Bautista’ le ha reservado a él, los libros de partituras publicadas a través de Kroma y los concursos ‘Juan Bautista Cabrera’, llamados así en honor a este fructífero compositor protestante (1837-1916).

2.2. Tipos de Letras:

Los tipos de letras en las canciones de estos músicos se han clasificado generalmente en tres grandes grupos. Aunque probablemente él incluiría además la música instrumental en cualquiera de las tres, Adolfo Rivero, músico profesional y miembro de una iglesia evangélica, los denominaba y definía de la siguiente forma :

• "Ministerio Levítico" Es una utilización de la música como parte de la adoración y alabanza a Dios en los cultos y reuniones de las iglesias.
• "Medio de evangelización" Como instrumento y/o complemento para trasmitir el mensaje del Evangelio.
• "Arte"(con mayúsculas).Entendiéndolo como una cosmo-visión cristiana expresada en una dimensión que va más allá de la simple música.

2.3. Los Instrumentos y el Salto Generacional:

Este dilema no es nuevo y según a qué época nos estemos refiriendo, encontraremos que la batería, la guitarra e incluso el órgano han sufrido de la intolerancia de los más conservadores. Tampoco es este un problema que se haya producido exclusivamente entre los evangélicos. También a nivel social y en el seno de otras religiones y sectas como la Iglesia Católica Romana, los Iglesia Cristiana Adventista del Séptimo Día o la de los Testigos de Jehová se han sufrido estas mismas luchas. Ya en 1958, J. Clemente describía la música rock como de "semisalvaje" en la revista protestante editada por Juan Antonio Monroy, ‘Luz y Verdad’ . Con todo y como decía Lluc Bosque en el número especial "Música y Cristianismo" de la revista ‘Andamio’, "se ha ido ganando o perdiendo batallas, tolerando al fin la música moderna, no por la fuerza de la razón, sino por la fuerza de la costumbre" .

Mientras tanto, muchos libros se han traducido al español acerca de este tema, como es el caso de "Queremos sólo tu alma" , "Su hijo y el rock" , "El rock invade la iglesia" o "Escalera al Infierno" ; y también innumerables folletos como los escritos por el famoso telepredicador Jimmy Swaggart "La música: la nueva pornografía" o "El rock and roll cristiano" , o los publicados por Click Publication como "Por qué no hay avivamiento" o "¿Angeles?" . También los hay escritos por autores de habla castellana, como por ejemplo los dos volúmenes de "Análisis del Rock" de la escritora carismática afincada en Sudamérica Carmín Ramos de López o "El grito del Averno" del prolífico y controvertido escritor Ricardo Sansano, editado en España por Clie. En estos libros se relaciona constantemente ese salto generacional con un premeditado plan diabólico, advirtiendo a los más jóvenes acerca del peligro de escuchar determinadas letras y estilos de música contemporánea. Más humanos parecían los libros de David Wilkerson, dirigidos a los ‘hippies’ de los años setenta como "Dejad de apretarme el cuello" o "Rojo, verde, violeta" ; de quien curiosamente también están publicadas en español sus confesiones acerca del cambio de opinión que él mismo dio acerca del rock hecho por cristianos . Sobre el satanismo en el rock también se ha escrito, más al margen de la Iglesia y de esa aplicación moral : "Música rock y Satanismo" de Ediciones Obelisco o "Satanismo y Brujería en el rock" de Editorial La Máscara.
 

2.4. La Música y los Músicos Como Métodos Evangelísticos:

En cuanto a la música como método evangelístico Josep Laporta escribió "Comunicación Musical Evangélica", un práctico manual para todos aquellos interesados en utilizar sus talentos musicales como vehículo para la evangelización. "Dios la ha creado (la música) para su utilización y ha dado los dones correspondientes a algunos de sus hijos. El mandato de ir por todo el mundo y predicar el Evangelio incluye la música como una de las multiformes estrategias de Dios que está deacuerdo con las necesidades de los tiempos" , dice el autor en este libro. La mayoría de los músicos evangélicos ha considerado de una forma u otra su música como un vehículo para hacer llegar el mensaje de Jesucristo a sus oyentes. Sin embargo este sistema ha sido muy rebatido por otros protestantes españoles como Demetrio Cánovas, traductor al español del libro "Pop goes to gospel" ("El rock invade la iglesia"). Otro español, José de Segovia Barrón, experimentado incluso en la promoción de conciertos de este tipo, declaró finalmente que "el resultado siempre son mensajes confusos con una frase evangélica aquí y allá". Esta postura de las iglesias reformadas acerca del arte como un vehículo no tanto útil para evangelizar, sino más bien para dejar una muestra del carácter del cristianismo se define bastante claramente en el folleto titulado "Cristianismo y Cultura", traducido al español por Miguel Blanch.

La biografía de algunos músicos famosos y extranjeros como Johnny Cash , Cliff Richard o incluso Elvis Presley fueron en los años setenta muy valorados en la tarea de predicar el Evangelio. Aun hoy, la revista canaria ‘Realidades de la Fe’ publica con este mismo fin las sensacionalistas declaraciones de multitud de músicos extranjeros que se han acercado al cristianismo de una forma especial como Alice Cooper, Wanda Jackson o uno de los primeros vocalistas de Black Sabbath . No obstante, la santidad en la vida, no hablo de estos, sino de los cientos de músicos cristianos que están expuestos ante los ojos de todo el mundo, ha hecho que resulte contradictorio cuanto menos proponerles como modelos a seguir. "¿Qué haremos con estos músicos?" , el segundo libro del músico latinoamericano Marcos Witt trata de encontrarle a esto una solución práctica. Tristemente, el libro titulado "The Responsability of the Christian musician" ("La responsabilidad del músico cristiano") del músico y pastor norteamericano Glen Kaiser, de quien Marcos Witt coge algunos principios, es mucho más significativo de lo extremo a lo que está llegando este problema en el "nuevo mundo". En España, también en su libro "Comunicación Musical Evangélica", Josep Laporta aborda esta imperiosa, pero –en mi opinión- insolucionable necesidad. Insolucionable, al menos, mientras se sigan confundiendo los talentos con los dones y ministerios en la iglesia.
 

3. SEMINARIOS, TALLERES Y ESCUELAS DE MUSICA:

Retomando el tema del aprendizaje, señalar que la enseñanza no se ha limitado solamente a lo que la iglesia local ha podido aportar, especialmente al añadirse toda una serie de seminarios, talleres e incluso auténticas escuelas de música, tanto a un nivel local como nacional. En el área de los seminarios y talleres han destacado, por ejemplo, los seminarios ‘Semana de Música’, organizados en Levante por Kroma; ‘Incienso’, celebrados en Madrid por Bálsamo Producciones; ‘Adoremos Juntos’ organizados también en Madrid por Música para Cristo; ‘Forum’, de Ministerios Creativos o los organizados en Andalucía por Fomento Impacto; y en cuanto a las escuelas de música destacar la ahora desaparecida ‘Escuela Cristiana de Formación Artístico-Musical’, en Sevilla, fundada y dirigida por el incansable Miguel A. Cano o la ‘Escuela de Música de Robson Miguel’, fundada en Madrid por ese mundialmente reconocido guitarrista brasileño cuyo nombre daba titulo a la escuela. Con todo, como decía Elies Cortès i Casanovas en la revista ‘El Eco’: "La preparación musical es escasa. En la mayoría de los casos es preocupante. El 96% de las iglesias encuestadas hacen servir la guitarra para la alabanza, pero no hay ni un solo guitarrista con preparación superior y más del 90% de los guitarristas no tienen ningún tipo de estudios".