RESUMEN
En los últimos años del siglo XX hemos asistido a un considerable incremento del interés por el estudio del Protestantismo español, tanto por parte de historiadores y sociólogos profesionales como por amantes de la investigación histórica amateurs. La prueba más evidente de ello es la convocatoria del presente Coloquio Internacional y los objetivos que sus organizadores se han marcado, los cuales evidencian, además del mencionado interés, la urgente necesidad de aglutinar esfuerzos, de coordinar las posibles líneas de investigación y de exponer las fuentes útiles para abordar el trabajo de investigación, riguroso y científico, en esta área de conocimiento.
Nuestra aportación en este foro se relaciona directamente con esta última preocupación: el estado actual de las fuentes y la exposición de una propuesta de actuación para su conservación y difusión entre la comunidad científica y el público general, englobando en el término fuentes no sólo aquellas tradicionalmente consideradas como fuentes históricas -es decir las fuentes escritas- sino también todas aquellas que pueden ser incluidas en el amplio concepto de Patrimonio, como parte de la cultura e identidad de este preciso y heterogéneo grupo humano.
La noción de Patrimonio en nuestro país ha evolucionado a lo largo del último cuarto del siglo XX de forma que ha ido incorporando nuevos elementos a los que tradicionalmente se protegían tras esta denominación -obras de arte, monumentos y edificios nobles- y en consecuencia eran objeto de iniciativas, tanto públicas como privadas, orientadas a su conservación, protección, puesta en valor y divulgación en la sociedad. En la actualidad, a estos elementos que se aglutinaban bajo la figura de Patrimonio Histórico Artístico, se han añadido aquellos otros que, sin poseer necesariamente un valor artístico, son imprescindibles para el conocimiento de cualquier grupo humano: todo lo relacionado con sus creencias, valores, costumbres, fiestas..., es decir, todo aquello que define su identidad. Estos conjuntos de elementos relacionados con la idiosincrasia de cualquier grupo humano -sea cual sea la razón de su especificidad- han sido denominados Bienes Culturales, al tiempo que se han desarrollado normativas -tanto estatales como autonómicas- para su protección, a las que cualquier ciudadano español puede apelar si considera que uno de estos conjuntos culturales merece ser conocido por la sociedad y cree necesaria una actuación inmediata para evitar su desaparición.
En consecuencia, nuestra comunicación expondrá la personal
constatación de la precaria situación actual del conjunto
de los Bienes Culturales que conforman el Patrimonio Protestante en Galicia
y las causas de la misma, al tiempo que describirá la estrategia
que ha comenzado a llevarse a cabo por nuestra propia iniciativa en calidad
de coordinadora de Patrimonio del Consello Evanxélico de Galicia.
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